Aridoamérica contaba con tierras
secas y un clima extremo, lo cual no propiciaba la agricultura. Por eso sus
habitantes eran grupos nómadas dedicados a la cacería y a la recolección de
plantas silvestres. Los habitantes de esta región eran los Chichimecas.
Algunos grupos pequeños lograron
establecerse cerca de los ríos. Los que vivían cerca de las playas se
alimentaban de peces y mariscos y hasta lograron hacer algunas pequeñas
embarcaciones. Otros grupos pequeños aprendieron a sembrar y cultivar la tierra
empezando así una vida sedentaria.
Andaban desnudos y a veces se cubrían
con hojas de árboles o pieles de animales. Cada grupo tenía su propia lengua y
algunas tribus enterraban a sus muertos y hacían rituales con cantos y bailes.